Amor de madre, no hay como otra.
Amor de madre es el primer amor.
Un alma gemela.
Días, semanas, meses…los años pasan. Lo entiendo mejor. Con más claridad.
Mi madre es la única con quien puedo contar.
Mi madre ha sido mi mejor amiga por 33 años.
Mi madre me ha dado tantos consejos. De lo que es la vida.
Cuando no hago caso, la vida me abofetea,
como un huracán al mar y la tierra.
Las madres siempre tienen la razón
Amor de madre no hay otra.
Mi madre se levantaba temprano para darnos de comer,
a mi hermana y a mi.
Aun cuando no había suficiente comida, ella nos daba la de su plato.
“Pero mami, tu tienes que comer”, yo le decía.
“Una madre no deja que sus hijos pasen hambre. Cuando tengas los tuyos vas a entender.”
Mi madre tenia 36 años cuando yo nací. Apenas me faltan 3 años para tener esa misma edad.
El número 3 me persigue. Como el misterio de las sombras en las montañas de Jarabacoa.
A Mami nunca se le olvida un cumpleaños.
Hasta celebro mi cumpleaños con la lotería. Jugó el 1 y el 30
Se ganó $400. Me regaló $100.
Regresé a casa. Estaba decorada con globos, un bizcocho de la panadería Kenny, flores y
una cena preparada por ella.
33 años, y aun Mami me celebra con un bizcocho dominicano.
33 años después de haber yo nacido, me recuerda que la niñez vive en mi.
33 años después, me recuerda de lo que en ella siempre tengo hogar.
33 años después, nos recuerda que ella es nuestra amiga para la eternidad.
Amor de madre, no hay otra.
Mi madre siempre quiso tener hijos. Ella emigró a los Estados Unidos con ese deseo. Seis meses después quedó embarazada de mi hermana. A los dos años de haber llegado a este país, nací yo. Mi madre nos quiere y daría todo por nosotras. Desea más para nosotras. Más de lo que ella pudo tener.
Amor de madre no hay otra.
Esto va al mas allá.
Ella sacrificó su felicidad y su bienestar por 18 años, solo para mantener a su familia unida.
Fue inmigrante. Sola en una tierra extranjera, si tener donde ir.
De niña, no se crió con padre. Por eso quiso que sus hijas crecieran con el suyo.
Sufrimiento. Depresión. Soledad. Llantos y lagrimas silenciadas contra su almohada.
Infidelidad y falta de respeto. Sueños no cumplidos. Simplemente por mantener su familia unidad. Ella quiso algo diferente para su familia. Pero, a pesar todo, ¿se le cumplió su deseo?
Mi madre me enseñó lo que es tener fe.
Mi madre me enseñó lo que es el amor.
Mi madre me enseñó lo que es tener bondad.
Mi madre me enseñó lo que es ser fuerte.
Mi madre me enseñó lo que es ser honrada.
Mi madre me enseñó que siempre se debe alcanzar por los sueños.
Sus bendiciones se triplican dentro de mi. Es el tipo de madre que un día deseo ser.
Yaddy Valerio is an NYC raised Dominican American from Inwood Manhattan. She is a baker + writer + food Everything enthusiastic. She writes for her site “In Yaddy’s Words” capturing her readers with her authentic storytelling. She believes stories save lives and that is the epitome of living. Writing and reading have helped me overcome many of life struggles. She is the creator of “In Yaddy’s Words.“
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